CAPÍTULO 7
Claudia
quedó alucinada al ver el reluciente palacio de mármoles y espejos y pensó que
esas paredes habían sido testigos de los momentos más importantes vividos por
Cleopatra.
Se lavaron los pies antes de entrar en la sala de
audiencias de la que se desprendía un fuerte olor a una resina contra los
insectos.
Lucio Gelio parecía un faraón que imitaba a Tiberio.
Se decía que había llegado al cargo de manera sucia
comprando votos.
Al ser gobernador tenía la posibilidad de amasar una gran
fortuna. Se podía apreciar su riqueza tanto en los anillos como en la toga que
vestía, propia de los cónsules, o en la silla que se sentaba que era como un
trono.
Estéfanos ( el griego) presentó a Mario, a Claudia y al
esclavo al gobernador.
Primero brindaron con vino de cebada.
Se trataba de resolver el jeroglífico de la tumba de una
adivina llamada Benerice.
Gelio no era supersticioso y no sabía por qué Tiberio
tenía tanto interés en este tema.
Estéfanos le aclaró que era porque ya habían muerto dos
personas.
Uno de los fallecidos era Petorisis, un calígrafo que
había hecho un papiro descifrando el jeroglífico en la tumba de Benerice.
El otro de los fallecidos era Siamon, uno de sus
ayudantes, que se supone que había asesinado a Petosisris para robarle el
papiro; pero éste a su vez fue asesinado en el teatro justo antes de poder
reunirse con Estéfanos.
Siamon era socio de Amasis pero lo despistó para quedarse
él solo con el papiro y extorsionar al César.
Lo que ocurrió seguramente es que Amasis encontró a
Siamon y lo asesino para robarle el papiro donde Benerice adivinaba el futuro y
Tiberio quería saber qué había detrás de cada uno de sus súbditos para quedarse
tranquilo.
La cuestión era buscar a Amasis.
Estéfano quiso visitar la tumba de Benerice y LUCIO Gelio
les dijo que la mejor forma de llegar era por el Nilo.
EL griego pidió discreción en el asunto y buscó una
tripulación de nativos. También iba a llevar un documento para exculpar a Lucio
en el caso de que pasara algo.
No se quedaron a comer porque Estefanos quería estar
presente en la momificación de Petosiris.
Manio pensaba que la decadencia de Egipto se debía al
maltrato que se daba a los difuntos pero Estefanos le dijo que más bien se
debía a los malos gobernantes que habían tenido.