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9 feb 2016

ROMA NO PAGA TRAIDORES (CAP 7)




 CAPÍTULO 7




        Claudia quedó alucinada al ver el reluciente palacio de mármoles y espejos y pensó que esas paredes habían sido testigos de los momentos más importantes vividos por Cleopatra.



Se lavaron los pies antes de entrar en la sala de audiencias de la que se desprendía un fuerte olor a una resina contra los insectos.



Lucio Gelio parecía un faraón que imitaba a Tiberio.



Se decía que había llegado al cargo de manera sucia comprando votos.



Al ser gobernador tenía la posibilidad de amasar una gran fortuna. Se podía apreciar su riqueza tanto en los anillos como en la toga que vestía, propia de los cónsules, o en la silla que se sentaba que era como un trono.



Estéfanos ( el griego) presentó a Mario, a Claudia y al esclavo al gobernador.



Primero brindaron con vino de cebada.



Se trataba de resolver el jeroglífico de la tumba de una adivina llamada Benerice.



Gelio no era supersticioso y no sabía por qué Tiberio tenía tanto interés en este tema.



Estéfanos le aclaró que era porque ya habían muerto dos personas.



Uno de los fallecidos era Petorisis, un calígrafo que había hecho un papiro descifrando el jeroglífico en la tumba de Benerice.



El otro de los fallecidos era Siamon, uno de sus ayudantes, que se supone que había asesinado a Petosisris para robarle el papiro; pero éste a su vez fue asesinado en el teatro justo antes de poder reunirse con Estéfanos.



Siamon era socio de Amasis pero lo despistó para quedarse él solo con el papiro y extorsionar al César.



Lo que ocurrió seguramente es que Amasis encontró a Siamon y lo asesino para robarle el papiro donde Benerice adivinaba el futuro y Tiberio quería saber qué había detrás de cada uno de sus súbditos para quedarse tranquilo.



La cuestión era buscar a Amasis.



Estéfano quiso visitar la tumba de Benerice y LUCIO Gelio les dijo que la mejor forma de llegar era por el Nilo.



EL griego pidió discreción en el asunto y buscó una tripulación de nativos. También iba a llevar un documento para exculpar a Lucio en el caso de que pasara algo.



No se quedaron a comer porque Estefanos quería estar presente en la momificación de Petosiris.



Manio pensaba que la decadencia de Egipto se debía al maltrato que se daba a los difuntos pero Estefanos le dijo que más bien se debía a los malos gobernantes que habían tenido.